Queridas familias, entrenadores, amigos y amigas de la gran familia EFO:
Hoy celebramos 30 años de historia. Tres décadas de ilusión, esfuerzo, valores… y, sobre todo, de fútbol. Pero no solo fútbol entendido como deporte, sino como una forma de vida, como una escuela de personas, como un lugar donde muchos y muchas hemos crecido, aprendido, reído, llorado y compartido momentos que nos acompañarán para siempre.
La historia de la Escuela de Fútbol Oscense comienza en el verano de 1995, cuando un joven estudiante llamado Jose Vicente Pueyo, “Chente”, soñó con algo grande. No tenía un campo, ni una sede, ni una estructura… pero tenía una idea y, lo más importante, tenía amigos que creyeron en ella. En el Café Martín, junto a Juan Carlos Cortías, Luis Cacho y Eduardo Orduna, se plantó la primera semilla de este sueño colectivo.
En 1996-1997, la EFO echó a andar con apenas 30 niños y niñas entrenando en el Gimnasio Parque Alameda, tres días a la semana, en dos turnos por edades. Era poco, pero era mucho. Era corazón, era entrega, era familia.

Y fue en ese mismo año cuando apareció una figura que, sin saberlo entonces, se convertiría en el alma de la escuela: José Ramón Buisán, nuestro querido Buisi. Primero como monitor, luego como director, como referente, como hermano, como guía. Su entrega fue absoluta. Su pasión, contagiosa. Su huella, imborrable.
A lo largo de estos 30 años, la EFO ha ido creciendo, paso a paso, con humildad, pero con ambición. Ha sido un punto de encuentro para miles de chicos y chicas de Huesca, un espacio de valores, de respeto, de formación, de comunidad. Hemos organizado torneos, campus, viajes y actividades que han traspasado fronteras y generaciones.
En 2018, llegó un nuevo impulso con la incorporación de Alberto Buil y Alejandro Seral al equipo directivo, formando junto a Chente y Buisi un grupo humano excepcional. Cuatro pilares que supieron llevar la escuela a nuevas cotas sin perder nunca la esencia: el niño y la niña en el centro, y el fútbol como excusa para ser mejores.
Pero en 2020 llegó el golpe más duro. Buisi nos dejó. Y con él, se fue parte de nuestra alma. Su pérdida nos rompió… pero también nos unió. Porque entendimos que lo mejor que podíamos hacer era honrar su legado: seguir, luchar, construir, educar. Ser su reflejo en cada entreno, en cada sonrisa, en cada estrella que ahora brilla en nuestro escudo.
Y eso hicimos. Chente siguió su camino profesional, confiando en Seral y Buil para tomar las riendas de esta gran familia. Ellos, junto a un equipo “de la casa”, con coordinadores por categoría y con una energía incansable, han seguido escribiendo páginas hermosas de esta historia.
Hoy tenemos una nave propia, donde los niños pueden jugar llueva o nieve. Hoy tenemos un escudo que habla de nuestro pasado y de nuestro futuro, con esa estrella que brilla por Buisi. Hoy tenemos un himno que nos une, que nos identifica, que nos emociona.
Y hoy estamos aquí, celebrando 30 años de vida, de fútbol, de personas.
Gracias a todos los que habéis sido parte. A las familias que confiaron en nosotros. A los niños y niñas que han vestido esta camiseta con orgullo. A los entrenadores y monitores que han dado su tiempo, su energía y su cariño.
Gracias, Buisi, por habernos enseñado tanto. Por habernos dejado tanto. Por haber sido tanto. Te seguimos echando de menos. Y sí… ojalá pudieras ver esto con tus propios ojos. Pero de alguna manera, sabemos que estás aquí. En cada balón que rueda, en cada abrazo después de un gol, en cada sonrisa de un niño que empieza a soñar.
Seguiremos. Seguiremos escribiendo historia. Seguiremos llevando tu escuela con ilusión.
Porque la EFO no es solo una escuela. Es una forma de entender la vida.
¡Gracias por estos 30 años!
¡Y que vengan muchos más!
¡Aupa EFO!